martes, 30 de octubre de 2012

Barcelona

Tras un verano de investigación en Simancas, artículos, fiestas, piscina, río, paseos por el monte, copas en el rincón chill out, trenes...

     
Este verano, después de unos cuantos sin su presencia, he podido estar con una de mis grandes amigas y hemos vuelto a disfrutar de esos momentos pueblerinos con la bici, las foticos, las anécdotas y las conversaciones hasta las tantas en la puerta del Ayuntamiento.
                                                                             
Además, hemos disfrutado de grandes momentazos piscineros por varios pueblos, aprovechando para conocer mejor la geografía de la comerca y no perdernos de camino a los pueblos en fiestas. ¡Quién nos ha visto y quien nos ve! Como viene siendo habitual, las fiestas son reducidas pero intensas y siempre hay nuevas incorporaciones y compañías que hacen que sean igualmente divertidas y especiales. 

La investigación en Simancas es, como siempre, un placer a pesar de encontrarse con situaciones complicadas a la vez que divertidas, que han resultado útiles para calibrar las 'relaciones no institucionales' que existen. 


A nivel laboral ha sido una experiencia interesante, con un montón de documentación inédita para la Tesis y, muy a mi pesar, gran cantidad de fotocopias que espero lleguen pronto. 

Ha sido un verano de idas y venidas a Madrid y muchos paseos por el monte en los que siempre disfrutas de los paisajes y puestas de sol, olores, y sensaciones. Y hablando de sensaciones...momentazo cuando se nos queda tirado el coche tras cruzar un río después de una tarde intensa de lluvias. ¡Intenta arrancarlo, Miguel! Al final el problema se solucionó rápido pero no deja de ser una divertida anécdota del verano. Una de tantas. 

Esta vez la estancia no ha sido fuera de España -y evitaré hacer comentarios al respecto, ¡que menudo mes con el tema!-. Me he venido a la Ciudad Condal para investigar en el Archivo de la Corona de Aragón, en el que tenía puestas grandes esperanzas en algunos puntos de ausencia documental. Casi todos se han cubierto más que satisfactoriamente, aunque sigue habiendo uno que se me resiste. 

Ciertamente el ACA no es como Simancas, pero creo que de todos los archivos en los que he trabajado, queda en una impresionante segunda posición gracias, entre otros motivos, al personal, que ayuda en todo lo que necesites. También espero recibir en los próximos meses la enorme cantidad de fotocopias que he solicitado estas semanas. 


Esta vez no me ha costado tanto encontrar casa como en Cerdeña. es una pena que sólo haya estado un mes porque no sólo estoy cómodo en ella y con mi compañero de piso, sino que está en una zona privilegiada en el centro de Barcelona. Al salir a la calle para ir a trabajar, para comprar o para dar un paseo me encuentro con la Avenida Gaudí y la Sagrada Familia como telón de fondo. Cuando me despierto y abro la ventana me encuentro con el antiguo Hospital de Sant Pau, que recientemente ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La única pega es que están de obras para abrirlo al público y generan un poco de ruido. A parte de eso, un barrio tranquilo de noche y con mucha actividad de pequeños negocios y turistas con sus cámaras de fotos.

Como ya me sucediera en Italia, el tiempo durante los fines de semana que he pasado aquí no ha acompañado mucho por lo que la mayoría de las salidas turísticas tienes un telón de fondo gris. Éstas han sido variadas aunque han quedado cosas importantes en el tintero, como Montserrat o la Sagrada Familia. Me he hecho una buena idea de Barcelona y las comarcas limítrofes gracias, sobre todo a Inés. Desde aquí mil gracias por todo. Espero poder volver pronto para terminar con la documentación del ACA sobre mi Tesis y poder disfrutar un poco más de Barcelona. Sinceramente me ha sorprendido en muchos sentidos, tiene unos rincones preciosos que merecen mucho la pena así que puedo decir que estoy muy satisfecho en todos los sentidos con esta estancia. 





































PS: los viejos fantasmas pasados son solo eso, pasado. 

miércoles, 8 de agosto de 2012

Y los sueños, sueños son.

         ¿Por dónde empezar? Hace más de dos meses desde que regresé de Cerdeña y aquella estancia aún sigue rondando por mi cabeza. Un amigo, muy sabio, me dijo que "La pena dura tanto como uno quiera que dure". Suena a frase de carpeta adolescente, pero no le falta verdad; sólo puedo acordarme de los buenos momentos y sonreír al recordarlos. 

                      En silencio te busco y sueño...



    Congresos, conferencias, cursos de verano, archivos, bibliotecas y un largo etcétera caracterizan todo este tiempo. La amistad y el cariño se van forjando con cada conversación, cada risa, cada caña y cada madrugón. Y siempre, claro está, merece la pena. Por supuesto las reuniones petit comitè donde la tranquilidad y las buenas formas van de la mano de las risas y los comentarios de toda clase. 

Catedral de León, XII Reunión Científica de la Fundación Española de Historia Moderna, 20 de junio de 2012 


      Tiempo de bodas el mes de julio. Enhorabuena a los novios por organizar semejante celebración y miles de gracias por hacerme partícipe de un momento así. Lo mejor no son las galas (o pintas del personal, según se mire) con las que nos vimos algunos autónomos, sino el simple echo de vernos, después de algún tiempo alejados de pasillos y aulas de exámenes. Todo como si no hubiera pasado el tiempo, como si aquellas reuniones con chucherías de Medina o las comidas con nuestros respectivos vasos de animales siguieran sucediéndose con frecuencia. 

    Los 27 me han sentado bien y los empecé con la mejor compañía posible, a pesar de que inconvenientes varios me impidieran celebrarlo como se merece. Gente, mil gracias por todo. Y como no podía ser de otra manera, sigo con la introspección. 


  Como años atrás, las fiestas se hacen cortas, pero muy intensas. Pueblos nuevos en los que acumular experiencias, más complicidad, conversaciones siu generis, compañía de alcoba del todo extraña y divertida, transparencias a través de la cortina de la abuela y ropa interior rosa y cursi, jajaja. Reencuentros, meningüiticos en el teleclub a altas horas de la mañana, sustos con ruidos pueblerinos, estrellas. Cómo lo echaba de menos!
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Scusami
se quella sera sono stato troppo fragile
E non ho avuto proprio forza per resistere
per fregarmene.
Scusami
ma la voglia di sentirti era incontrollabile
Dirti tutto in quel momento era impossibile,
era inutile.

Scusami,
se ho preferito scriverlo,
che dirtelo,
ma non è facile
dirti che
sei diventata il senso
di ogni mio giorno
momento... perché...
perché sei fragile.

Scusami
se io non sto facendo altro che confonderti
Ma vorrei far di tutto per non perderti
e voglio viverti
Parlami
ma ti prego, dì qualcosa oppure stringimi
Ho paura del silenzio e dei tuoi brividi,
dei miei limiti.

Scusami,
se ho preferito scriverlo,
che dirtelo,
ma non è facile
dirti che
Sei diventata il senso
di ogni mio giorno
momento...perché...
perché sei fragile
e come me sai piangere.

Scusami,
se ho preferito scriverlo,
che dirtelo,
ma non è facile
dirti che
Sei diventata il senso
di ogni mio giorno...
momento...perché...
perché sei fragile...
e come me sai piangere...




      He comprendido que los fantasmas de carne y hueso que me visitan diariamente tienen que desaparecer. Hay cosas que tienen fecha de caducidad, aunque otros (tu) la impongan. Ser capaz de sonreír al recordar sin que se me encoja el estómago. Ahora soy yo el que pongo el punto y final para seguir hacia delante, paso a paso: 'piano, piano, si va lontano'. 

       

   

jueves, 14 de junio de 2012

Cerdeña II

      Dos semana en la capital del reino. ¿Cómo fue el resto de la estancia? Respuesta larga y compleja por la cantidad de cosas que han pasado.

      Cosas negativas, evidentemente, me han pasado. De ellas, intento aprender de cara al futuro. Al mal tiempo, buena cara, o eso dicen.

      Positivas, afortunadamente, han sido la gran mayoría. He aprendido muchas cosas útiles e interesantes para mi trabajo, he hecho buenas amistades que espero duren y de las que siempre he sacado algo positivo, alguna enseñanza o un 'clic' que me ha hecho pensar en nuevas aportaciones o interrogantes para la Tesis. No daré nombres, pero gracias sobre todo a una investigadora, mi estancia en Cagliari ha sido enriquecedora; me ha hecho madurar, reflexionar, darme cuenta de mis errores y de mis puntos fuertes. No puedo sino agradecerte todo.

      El tiempo no me ha acompañado durante estos meses. Las famosas playas de Cerdeña las he visto nubladas y con lluvia intermitente, salvo la última semana que el tiempo dio una tregua y pude bañarme en el Poetto. No es la mejor playa, pero es una pasada: arena fina, una playa de 8 km de largo, agua transparente, a buena temperatura. De esas playas que te metes y casi no te cubre.

      Al contrario de cuando fui, los últimos días estaba intranquilo. Sin embargo, nada que ver con el viaje, sino con el futuro en Madrid, ganas de volver pero pena por dejar Cerdeña, los archivos, la gente que allí he conocido. Fueron días cargados de sentimientos, último helado en la primera heladería, sentarme en ese banco,  pasear por Via Roma, tomarme el último café en mi cafetería favorita, pasear por el puerto, Piazza Matteotti y el bus 9, Castello y sus calles, sushi, siesta, las vistas desde el Bastión, ver esas escaleras, recordar esos primeros momentos... No se puede ser tan sentimental.









      No me costó mucho hacer las maletas, cargadas de libros y algún trapo que otro, que a pesar de que sea Cerdeña, no deja de ser Italia. Mi nueva casera (los problemas con la anterior prefiero obviarlos) se portó súper bien y me acercó al aeropuerto y me ayudó con las maletas hasta que las facturé, tarea complicada por el peso y las dimensiones de las mismas. El viaje fue muy bien, la escala en Roma algo aburrida, menos mal que tenía internet en el portátil. El vuelo Roma-Madrid se pasó en un abrir y cerrar de ojos y por fin llegué a Madrid. De nuevo en la capital del reino.

      Acostumbrado al calor cagliaritano y a la brisa marina, el calor de Madrid me agobió un poco y tardé un par de días a aclimatarme. El cambio no fue nada brusco a pesar de pasar de una casa entera para mi a mi habitación de toda la vida. Más libros, más ropa, solución: re-decorar la habitación del pueblo.

      Los primeros días en Madrid han sido muy movidos, casi no he parado por casa. Y mejor, porque los aviones te llevan de un lado a otro físicamente en pocas horas, pero tu mente va a otro ritmo y hay una parte de mi mente que quiere quedarse allí. Y una buena temporada. 

      Simplemente sé que habrá cosas que eche de menos durante un tiempo, que serán difíciles de olvidar muchos momentos; pero lo que sobre todo sé, es que hay cosas que han cambiado, que me han aportado y que me hacen sonreír. Y espero que lo sigan haciendo.


*Grazie, davvero, per tutto.  


   

sábado, 7 de abril de 2012

Cerdeña

     Un mes. ¡Cómo pasa el tiempo!

    Desde mi última actualización hay un rosario de acontecimientos, buenos unos, menos buenos otros, del que sobre sale el poder tener la oportunidad de investigar en el extranjero. 

    El mes de febrero fue bastante movido, pues se juntaron malas noticias familiares con papeleos por las becas, ponencias en Congresos, viajes y las siempre esperadas fiestas de San Blas. Y por fin ganamos ¡¡el primer premio!!

     La entrada que hicimos fue de lo más espectacular, a pesar de que me moría de la vergüenza. He de decir que teníamos nuestras dudas sobre el resultado final del concurso, porque hubo disfraces súper originales y divertidos, pero también fue divertido hacer los disfraces (si, todo echo a mano) y terminarlos unas pocas horas antes del inicio de la Fiesta de Disfraces. 


 ¡Más euforia imposible! Pero claro, con semejante rebaño, como para no tenerla, ¿no? Las conversaciones bajo cero, la chimenea...
La celebración religiosa fue más emotiva que otros años, recordando a personas muy queridas que pocos días antes ya no estaban con nosotros. Verdaderamente han sido unas fiestas de San Blas que no se me olvidarán nunca.

 
    Los días previos a mi venida estaba muy tranquilo, algo anormal en mi, que suelo ponerme de los nervios en Congresos o exámenes. Hubo despedidas largas, cortas, etílicas, divertidas, cariñosas y alguna un poco amarga.


     Cogí el avión en la última puerta de embarque de todo el aeropuerto (con despedida inesperada incluida) y puse rumbo a Italia. Primera escala: Milán. Conseguí encontrar la puerta para el vuelo a Cerdeña, comí y me tomé un café tranquilamente. Hacía un sol espectacular y lo primero que pensé fue que si en el norte hacía así, la mitad de la maleta me sobraría en Cagliari.


     A las 16 horas -salí de Madrid a las 10:25- llegué a mi destino con todas mis pertenencias, maletón incluído, a salvo. Cogí un taxi y llegué a mi calle, en el centro histórico de la capital, y conocí a mi casera. Una mujer joven, alta y rubia. Desde luego no era el prototipo de fémina que esperaba encontrarme. Me enseñó la que iba a ser mi casa durante los siguientes meses. Después de deshacer la maleta y hacer la compra me fui, tímidamente, a conocer un poco el barrio.





     No encontré, eso sí, ningún punto de información turística abierto. Y es que en general, como en otras muchas cosas, tienen un sentido particular del tiempo. 


      Después del primer fin de semana superado, comencé el trabajo con la visita al profesor que me dirigirá a lo largo de estos meses. Los nervios no me dejaron poder hablar de una manera fluida y expresarme exactamente como quería, pero no fue mal. Además conocí a una investigadora con la que, a parte de portarse súper bien,  me está enseñando muchas cosas útiles. He conocido a otros estudiantes de doctorado con especialidades diversas y con todos ellos, cuando coincidimos en la Facultad, paso muy buenos ratos.


      En el Archivio di Stato ya conocía a un chico, pero sólo por correo electrónico. Después de pasar la primera mañana en la Facultad, por la tarde me fui al archivo. Conocí personalmente a Sebastiano, quien me explicó cómo estaba organizado, cómo podía pedir la documentación y me señaló algunas cosas interesantes que me están sirviendo mucho para sacar documentación. Además me presentó a un par de investigadores más y hemos salido varias veces juntos a cenar o a alguna conferencia y ha hacer un poco de turismo.


      La ciudad es pequeña, en torno a los 150.000 habitantes. Se puede ir a prácticamente todos los sitios a pie (quién me lo iba a decir...lo pensará sobre todo alguna pucelana que me sé yo); eso si, mi barrio está a un nivel diferente de la ciudad y el bajar para hacer la compra o ir a la papelería más cercana conlleva un esfuerzo a la hora de regresar que, algunos, ya han experimentado. Hay, no obstante, varios ascensores que suben hasta aquí. Eso si, cuando subes hasta el Bastión de Saint Remy y contemplas las vistas de la ciudad, a la hora que sea, con la brisita del mar, es un lujo. Hay en la misma zona un pequeño café con una terraza consurrida. Me gusta ir de vez en cuando, por las tardes sobre todo, para leer un rato mientras tomo un café -si es pronto- o un gyntonic, tranquilamente, hasta ver cómo el sol desaparece detrás de las montañas del otro lado de la bahía. He de decir que por pedir el gyntonic me miran raro, pero vamos, que si son unos sosos que no saben disfrutar de un momento relajado -vale, leer la 'Grande peste barocca nella Sardegna di Filippo IV' no es muy ligero-, es su problema.


      No es una ciudad ruidosa y está muy limpia. A cada paso que das, descubres un ricón bonito, una terraza animada, una tienda de ropa interesante, la fachada de una iglesia al final de la calle. La gente por regla general es amable y alegre y no te miran raro si les dicen que repitan alguna cosa que no has entendido. Te ayudan en cuanto te ven un poco perdido y, al menos desde mi experiencia, no cumplen con el prototipo italiano (que me perdonen los posibles italianos que lean estas líneas) de intentar timar a los stranieri.


      Lógicamente he tenido algunos momentos menos buenos, asociados a la meteorología y a la ausencia de internet, pero se compensan con lo a gusto que estoy, la tranquilidad y la paz interior; filosofía JUNCO a pleno rendimiento. De hecho me está sirviendo mucho a nivel personal, pues mi capacidad de introspección y autoconocimiento va, asombrosamente, en aumento.


      Si. También echo de menos a las personas que no están aquí y la compañía al llegar a casa cansado. Pero eso también me está sirviendo, incoscientemente, para darme cuenta de quiénes me importan en realidad y la gente puede resultar más superficial.


      Así las cosas, sólo puedo decir que la conclusión de este primer mes de estancia en Cagliari es satisfactorio y que espero que sea la tónica dominante el resto del tiempo que me queda.






PS: No subo más fotos ya que podéis verlas en Facebook y, algunas, en la parte de la derecha del blog.




















* Grazie per essere così