miércoles, 30 de marzo de 2011

La Fortuna y el estoicismo

      Lo duro que es seleccionar un tema para escribir en el blog. Desde mi última entrada he pensado en comentar noticias de actualidad como las revoluciones democráticas en el mundo árabe o la situación que viven millones de japoneses, tanto en el archipiélago como en el resto del mundo, asunto este que me afecta directamente por conocer a una japonesa residente en Madrid. Una mujer valiente, fuerte y luchadora. A parte d elos problemas lógicos del idioma, las clases de Master y los bajones que ello conlleva, ahora se le añade la preocupación por familia y amigos. Menos mal que, al parecer, todos están bien.



     
      Pero no voy a hablar de temas tan complejos, o al menos no tan complejos. La verdad es que no sé cómo calificar lo que desarrollaré en las siguientes líneas, simplemente quiero dejar constancia de lo tremendamente injusto que es tener que poner buena cara ante la gente cuando ves que se te infravalora, que tu experiencia y tus ganas no valen para nada y que los conocimientos que tienes, a pesar de que un maldito expediente diga lo contrario, son mucho mejores que los de otras personas a las que les llegan las oportunidades de forma rodada por el mero hecho de saber vomitar lo que han aprendido en un par de semanas de intensivo estudio y que luego, por motivos que creo obvios, no lo aplican allí donde se necesita.

      No obstante, una persona madura y serena debe saber mirar hacia delante, no perder de vista su objetivo final y evitar tropezarse las menos veces con cosas inútiles que sólo provocan el despiste de la meta. Ya se sabe cómo es ésto, nadie dijo que fuera fácil; simplemente reclamo de vez en cuando unos rayitos de sol, la visita de la diosa Fortuna de vez en cuando y la iluminación de las cabezas pensantes para que sepan apreciar el trabajo que se realiza.


     

      No obstante el camino estoicista iniciado por Séneca -genialmente representado por Rubens- se antoja aqui necesario para continuar el camino apenas iniciado.